En el mundo de la electrónica médica, el tÃtulo de mayor avance pertenece sin duda a la funcionalidad de circuito cerrado. Este hito tecnológico ha ayudado a los diseñadores de dispositivos a alcanzar nuevos niveles de rendimiento con productos sanitarios implantables activos, además de impulsar el cambio en tres áreas clave: conservación energética (proporcionar solo la estimulación necesaria comunicada mediante respuesta neuronal), mejora de la eficacia en el paciente (ajuste de terapia basado en el estado cambiante del paciente) y mejores herramientas de análisis (comunicación de información en tiempo real de forma inalámbrica a los médicos).
Los dispositivos de circuito cerrado, como los empleados en el control de la epilepsia, por ejemplo, utilizan una matriz multielectrodos implantable y amplificadores para registrar las señales eléctricas. Estas señales pueden emplearse para predecir una crisis e incluso aplicar con antelación estimulación eléctrica preventiva.
Esta funcionalidad de circuito cerrado en dispositivos implantables activos requiere una óptima eficiencia energética y aislamiento de señal. Gran parte de esta tecnologÃa depende del rendimiento de los contractos eléctricos y los sistemas de contacto empleados para conectar los cables a las correspondientes baterÃas y sistemas electrónicos.
Existen componentes altamente conductivos y muy eficientes en materia de espacio, como el contacto eléctrico Bal Conn y el sistema de contacto implantable SYGNUS (ambos ofrecidos por Bal Seal Engineering), que respaldan el uso de matrices de conexión avanzadas y satisfacen los requisitos de aislamiento de señales de las matrices con un elevado número de conectores de circuito cerrado.